SE INICIO LA PRIMERA ETAPA DE SU FUNCIONAMIENTO
La "Máquina de Dios", otra vez en marcha
Después de un año de reparaciones, el Gran colisionador de hadrones LHC, conocido como la "Máquina de Dios" ya está listo para empezar su lenta puesta en marcha. Con una temperatura de hasta 270 grados centígrados bajo cero -la temperatura imprescindible para que pueda operar- ayer se comenzó a inyectar un haz de protones en uno de sus sectores. La máquina mide 27 kilómetros de circunferencia y está instalado en un túnel bajo la frontera franco-suiza, en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).
Hace un año, el colisionador sufrió una grave y extensa avería poco después de que el 10 de septiembre de 2008 se hicieran circular por su tubo de alto vacío los primeros haces de partículas. Un cortocircuito provocó serios daños en 53 grandes imanes superconductores (que tienen unos 15 metros de longitud cada uno) y el escape de varias toneladas de helio líquido refrigerante.
En el LHC deben circular haces de protones acelerados hasta casi la velocidad de la luz, en sentido opuesto dentro del tubo de vacío, que se harán chocar en 4 puntos donde están instalados unos gigantescos detectores que registrarán los efectos de las colisiones. En la desintegración de las partículas y la formación de otras nuevas, los físicos buscan nuevas claves del microcosmos y del funcionamiento de la materia y la energía.
Este año la puesta en marcha de la máquina es menos festiva que la del año pasado, cuando atrajo una gran atención mundial. Esta vez, los responsables del CERN decidieron ir de a poco. W25,10,09
Una visita a la Máquina de Dios con acento argentino
Por: GINEBRA. ENVIADO ESPECIAL
"Bancalari vení, vení que acá hay un científico que vivía enfrente de tu casa", le gritó Cristina Kirchner al diputado bonaerense de San Nicolás José Díaz Bancalari. Este giró sobre sus pasos y repuesto de la sorpresa, abundó en abrazos y se sacó fotos con el físico atómico Germán Martínez de 45 años, quien hizo los primeros pininos en dicha ciudad, se graduó en la Universidad de Florida y ahora forma parte de la veintena de científicos argentinos que trabaja, junto a otras 2.200 personas, en el acelerador de partículas atómicas más grande del mundo, bautizado como "La Máquina de Dios".
La broma con Díaz Bancalari fue un momento de distensión para la Presidenta, minutos después de haber estado 100 metros bajo tierra viendo el gigantesco aparato, que tiene 27 kilómetros de circunferencia, entre otras dimensiones que asombran.
Cristina bendijo con su presencia un acuerdo firmado por el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y el director general el Consejo Europeo para la Investigacion Nuclear, Rolf Heur, y el director del Laboratorio de Instrumentación y Control de la Univesidad de Mar del Plata, Mario Benedetti. Este laboratorio colaborará en el diseño y la construcción de aceleradores de partículas atómicas para alimentar al Gran Colisionador de Hadrones, tal el nombre técnico de la Máquina de Dios.
Este es el más grande acelerador de partículas del mundo; luego del desperfecto sufrido en setiembre del año pasado se encuentra en la etapa final de reparación y estará listo para empezar a operar durante la primavera europea.
Las explicaciones fueron brindadas a la prensa argentina por Karina Loueiro, física de 41 años y Ariel Scharmann, de la misma profesión y de 39 años, científicos argentinos que forman parte del plantel de especialistas. Ariel, un porteño formado en la Univesidad de Stanford, todos los días va y viene en bicicleta desde este complejo en las afueras de Ginebra hasta una pequeña ciudad francesa pegada a la frontera donde vive.16,06,09 Clarin
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